Mucho se habla de las cookies. Generalmente todos las usan pero pocos saben exactamente qué son y cuál es su relación con el inicio de sesión en un sitio. Aquí te lo explicamos de un modo sencillo, desterrando varios mitos sobre ellas, para que decidas libremente qué hacer y cómo actuar.
Comencemos definiendo qué son las cookies y para qué sirven. Diariamente iniciamos sesión en varios sitios a los que volvemos con frecuencia. ¿Qué pasaría si tuviéramos que recordar la clave y escribirla cada una de las veces que ingresamos a un sitio? Puede resultar muy tedioso tener que reingresar constantemente nuestros datos en un sitio, sobretodo porque seguramente para cada uno de ellos se usan claves diferentes. Para evitar tener que volver a cargar toda la información requerida al iniciar sesión en un sitio, existen las cookies. Por eso podemos decir que las cookies pueden ser una gran ayuda. Incluso para algunos son consideradas “un mal necesario”.
¿Qué son exactamente las Cookies?
No se trata de una galleta comestible, tampoco de un virus o programa malicioso. Una cookie es una pequeña información, denominada “galleta informática”, enviada por un sitio web y almacenada en el navegador de cada usuario. Las cookies son lugares de guardan temporal de información que manejan los sitios de internet.
Se envían por páginas web y los navegadores de Internet las almacenan y administran para guardar la información importante del usuario del sitio.
Los sitios web no tienen memoria. Sin cookies las páginas serian independientes unas de otras, impidiendo la posibilidad de establecer procesos interrelacionados entre ellas. Gracias a las cookies un usuario puede moverse por varias páginas de un mismo sitio rápidamente, sin la necesidad de autentificarse varias veces.
¿Para qué sirven las cookies?
Veamos cuáles pueden ser los diferentes usos de las cookies.
En primer lugar, las cookies sirven para llevar un control de usuarios al iniciar sesión en un sitio. Funcionan como un “recordatorio” al identificarse en un sitio, avisando a un servidor que determinado usuario ya está validado y se le puede permitir el acceso a un sitio. También permiten obtener información sobre los hábitos de navegación (recorridos, compras, clics) de los usuarios. Posibilitan el almacenamiento de información sobre los artículos que los usuarios van poniendo en los carros virtuales de compras, también guardan las preferencias de alguien de una página, etc. Esta última función es sumamente valiosa para las empresas de publicidad o compañías que buscan captar clientes para vender productos o servicios. Los servidores las usan para diferenciar a sus usuarios e implementar diferentes acciones para cada uno de ellos.
Tipos de cookies
Existen diferentes tipos de cookies, entre las que podemos distinguir:
Cookies de sesión: son archivos temporales que se eliminan cada vez que cerramos el navegador. El ejemplo más claro de este tipo de cookie es la función del carrito de compras en cualquier tienda online, que reconoce toda la actividad previa a efectivizar la compra.
Cookies permanentes o persistentes: son archivos que se mantienen en una subcarpeta durante un tiempo específico, aun cuando el navegador ha sido cerrado. Si se las quiere eliminar antes del período establecido, hay que hacerlo manualmente.
¿Representan algún peligro?
Cuando hablamos de peligros, es importante desterrar algunos mitos o creencias populares sobre las cookies y hacer algunas aclaraciones:
- Las cookies no son malwares que puedan apoderarse de la información de un usuario, borrarla o hacer algo malo con ella.
- Las cookies no son spyware: no pueden leer información confidencial de los usuarios.
- Las cookies no son usadas para generar pop ups (ventanas emergentes)
- Tampoco son usadas para generar spam.
Sin embargo, como las cookies permiten detectar cuáles son las páginas que fueron visitadas por un usuario, esta información puede servir para armar perfiles de usuarios anónimos. Y aunque no se trate de información sobre una persona específica (con nombre y apellido) es algo que puede poner en jaque muchas cuestiones vinculadas a la privacidad de los usuarios.
Esta posibilidad de crear un perfil de los usuarios es considerada una potencial amenaza a la privacidad.
Otra de las razones aducidas por quienes rechazan el uso de las cookies están vinculadas a que ellas no identifican correctamente a las personas, sino a la combinación entre un equipo- un navegador y un usuario. Esto significa que si se usa más de un navegador por ordenador, cada uno tendrá su propio almacenamiento de cookies. Por esto, cualquiera que use varias cuentas, varios ordenadores o múltiples navegadores, podrá tener también muchos conjuntos de cookies. Del mismo modo, las cookies tampoco podrán diferenciar entre varias personas que usen el mismo equipo o navegador, si estos no utilizan diferentes cuentas de usuarios
¿Podemos borrarlas o deshabilitarlas?
Es importante saber que las cookies pueden borrarse y / o deshabilitarse. Cada usuario puede elegir si quiere utilizar o no las cookies (incluso puede especificar qué tipos de cookies acepta o rechaza). El tema es que un gran porcentaje de los usuarios de Internet no saben que tienen la posibilidad de hacerlo y mucho menos cómo efectuar dichas acciones.
Frecuentemente el navegador pregunta al usuario si acepta o no cada cookie. Otra opción es especificar en el navegador cuáles son las cookies que se aceptan y cuáles no.
Además, los navegadores pueden permitir a los usuarios ver y borrar cookies individualmente.
Existen diferentes programas a las que puedes acudir para detectar, borrar o deshabilitar cookies, los que se denominan “anticookies”. (Algunos ejemplos que se pueden descargar son: el CClear, Spyware-terminator, entre otros).
Ahora que ya sabes que son las cookies, para qué sirven y cuáles son las opciones para borrarlas, podrás decidir libremente qué hacer, optando por eliminarlas o convivir con ellas, como ocurre con todos aquellos males que consideramos necesarios.