Microsoft presenta una nueva aplicación para incluir herramientas con inteligencia artificial en Skype y en hotmail iniciar sesion te contamos de que va.
La mala experiencia que Microsoft tuvo hace pocos días con el experimento adolescente Tay, no frenó en lo más mínimo su interés por seguir trabajando en hacer avanzar otros proyectos vinculados a la inteligencia artificial. En la Built 2016, la empresa presentó una aplicación externa manejada por Cortana, integrada en Skype, para que un bot ofrezca ayuda a los usuarios o realice acciones por ellos. Algunas de las acciones que el robot podrá llevar a cabo es realizar reservas en el cine o restaurante, organizar un viaje o sacar pasajes en una aerolínea, hacer un pedido de delivery o contestar preguntas para entretener a los usuarios.
El bot se ha denominado Project Murphy y permite - entre otras cosas - ofrecer un entretenimiento divertido a través de fotografías. Los usuarios podrán solicitar que se combinen los rasgos de un personaje famoso con los de otros (por ejemplo la cara de Shakira con el pelo de Bill Clinton) y obtener resultados sorprendentes y graciosos como respuesta.
Cuando el bot no sea capaz de reconocer el pedido, brindará como respuesta un texto que enuncie que el futuro se podrá emitir una respuesta.
Como podemos notar, el interés en la inteligencia artificial está creciendo a pasos agigantados. El propio Nadella estimó que cada vez existirán más conversaciones entre seres humanos de carne y hueso y asistentes digitales y usuarios robóticos.
Sin embargo, la inteligencia artificial presenta su propio límite, que no deberíamos ignorar. Los organismos biológicos son los únicos seres que conforman el medioambiente, con comportamientos y conductas semejantes, mientras que los robots son simuladores que funcionan a través de instrucciones.
Aunque los bots puedan sorprendernos por el grado de sofisticación que presentan y la capacidad de aprendizaje que tengan, nunca llegarán a ser “seres inteligentes” propiamente dichos. Solo serán aplicaciones que puedan “mutar” y adaptarse a las necesidades de los usuarios, pero jamás llegarán a ser esos entes atractivos y futuristas que admiramos en las películas de Hollywood.
El propio Nadella auspicia un pronóstico en el que las máquinas futuristas sean capaces de reconocer el contexto y necesidades de los usuarios, pero esto no alcanzará para que lleguen a convertirse en seres inteligentes virtualmente “vivientes” capaces de sentir, amar, razonar o pensar como los propios seres humanos que los han creado.