Se anunció una de las mayores transacciones de la historia: Microsoft comprará la red social de profesionales LinkedIn por más de 26 millones de dólares. Al fin Microsoft podrá decir que tiene una red social. ¿Qué cambiará y qué permanecerá luego de la compra venta?
Microsoft puso el ojo en LinkedIn, una de las redes sociales con mayor impronta en el mercado, y está dispuesta a endeudarse para poder pagar la suma en la que está valuada. Se espera que la transacción se resuelva a fin de este año, una vez que las autoridades estadounidenses den su visto bueno.
La red social enfocada a establecer contactos profesionales surgió en el 2003 y ha venido creciendo sin detenerse. Actualmente cuenta con 433 millones de usuarios en todo el mundo, un número tentador para cualquier empresa que como Microsoft quiera hacerse de los datos e información de esos miembros pagando 250 dólares por cada uno de ellos.
Las acciones de LinkedIn vienen subiendo en la bolsa (a un 48%) en contraposición con las de Microsoft que venía en caída del 2%. Con la adquisición se busca hacer una fusión, en la que ambas partes se beneficien mutuamente. Por esta razón, no habrá cambios bruscos y el CEO de LinkedIn permanecería en su puesto para conservar la esencia de la red social que siempre fue su independencia.
A partir del momento en que la compra se efectivice, todos los datos del perfil de LinkedIn pasarán a ser propiedad de Microsoft.
La nueva conexión entre ambas firmas va a permitir que los usuarios de LinkedIn puedan utilizar las herramientas de Office en forma transversal. Po lo que podrían, por ejemplo, enviar invitaciones para una reunión a través del calendario de Microsoft. Mientras que los representantes de ventas también podrían obtener información sobre potenciales clientes revisando los perfiles de LinkedIn.
Como podemos ver, la principal apuesta es la de crear un mix entre los servicios que ofrecen ambas compañías para poder aumentar la productividad, establecer conexiones y obtener datos en forma más rápida y segura.
Para nosotros los usuarios, quizá nada cambie demasiado. Incluso puede que haya quienes nunca se enteren en manos de quienes están sus datos. Mientras tanto, las empresas como Microsoft apuestan a comprar y vender servicios y los datos sensibles de sus usuarios cada vez quedan más concentrados en pocas manos. Lo raro es que a Facebook no se le haya ocurrido realizar esta compra antes.